Raíces

No es el viento quien dobla el destino,  
ni la marea que quiebra la piel.  
Es la fuerza de un amor genuino,  
que en cada prueba se alza más fiel.  

Crecimos juntos, fundidos en vida,  
siempre avanzando, sin titubear.  
Porque amar es lucha, es causa elegida,  
es sostenerse y nunca soltar.  

Diez años de amor, de lucha y entrega,  
de un camino que juntos supimos forjar.  
Hoy seguimos con paso firme y sin tregua,  
y por todo lo que aún vamos a soñar.  

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