Rimas y susurros

Hoy despierto pensando en nosotros, cada gesto y mirada, son un tesoro, nuestro amor crece, sin mas esbozos, fortaleciendo todo lo que adoro. Que en cada rincón de nuestras vidas, brillen sueños con claridad, amor sincero, sin mas heridas, nuestro lazo eterno, con dignidad.

Hoy te prometo, amor mío sincero, un poema diario, hasta fin de año, cada verso, un gesto verdadero, que brota de mi amor más claro. Este cariño, solo es tuyo, te lo comparto, te lo entrego, espero que en cada verso que construyo, encuentres mi amor más sincero.

Hoy inicio un nuevo camino contigo,  donde cada paso será abrigo, nuestro amor, un pacto sincero, en cada gesto, en cada sendero. Prometo ser faro en tu marea, una luz que nunca se aleja, respetarte, amarte y cuidarte, en cada día, en cada instante.

En la calma de la noche, mi alma aún busca, un amor profundo, donde el tiempo no se ofusca. Tus ojos, un enigma, un reflejo tan frágil, donde busco certezas, en tú silencio tan ágil. Construimos un mundo, entre risas y esperanza, pero hoy las sombras nublan la confianza. Tus palabras a otros, invisibles pero duras, lastiman mi pecho, en susurros que murmuran. Tu voz, un eco distante en mis recuerdos, donde la confianza habitaba sin acuerdos. Cada encuentro, cada mensaje, una grieta que se expande, y en mi interior, la duda que no se rinde, a veces siento que se expande. No busco la perfección, solo verdad sincera, que los fantasmas de otros no sean quimera. Promesas de amor, sueños entrelazados, que en la claridad del amor, no queden apagados. Dame tus palabras, sinceras y claras, que en este jardín en llamas, florezcan y amparas. Que la duda se disipe, en el abrazo que une, y en los susurros nocturnos, lo que resta de amor ya no lo arruines. Que el reflejo de la luna ilumine nuestra s...

Nueve años juntos, hilvanando sueños, forjamos un amor sin prisas ni dueños. En tus ojos, secretos que no responden, y en otros, palabras que mi corazón socavan. Nuestro refugio fue siempre la franca voz, donde la verdad y el cariño hicieron su don. Pero en el eco de otras miradas, mi alma tiembla, herida y quebrantada. Lealtad y fidelidad, palabras sagradas, sostienen nuestro puente sobre aguas calladas. Que los susurros ajenos no nos separen, que el amor prevalezca en lo que nos ampare. Aunque sombras de otros rocen lo nuestro, tu silencio a veces es mi mayor desconcierto. En este jardín, donde florece el bien, que la duda se disipe y el amor se mantenga fiel.